La nube quedó ayer “clavada” sobre Buenos Aires, el polvo es peligroso para los aviones, porque resulta “muy abrasivo para los motores y puede generar complicaciones muy graves”.
En algunos sectores la nube llegó a tener 100 kilómetros de ancho y casi no era visible en las imágenes satelitales. Luego los vientos en la zona del volcán empezarán a soplar desde el Oeste, y la nube irá hacia el Atlántico y se “cortará”.
Ayer Aeroparque y Ezeiza estuvieron habilitados (aunque las pistas se cerraron a la mañana para hacer tareas de mantenimiento y limpieza), pero las compañías suspendieron por razones de seguridad todos los servicios. En Aeroparque se cancelaron 106 partidas y 107 arribos. En Ezeiza, 50 arribos y 61 partidas. Aerolíneas Argentinas, Austral y LAN advirtieron que volverán a operar sólo cuando se modifiquen las condiciones.